PROTEÍNA CONTRA LA OBESIDAD.

Un grupo de científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III de Madrid han desarrollado una molécula modificada que ha permitido reducir los niveles de obesidad en un grupo de animales del laboratorio y que podría suponer una solución a un problema que en la actualidad afecta a un gran número de personas, ya sea por una enfermedad metabólica o simplemente por la inmensa cantidad de comida basura que se come hoy en día en la gran mayoría de los países.

Los resultados obtenidos, que se publican en Science of Traslational Medicine, podrían sentar las bases para terapias alternativas a la cirugía bariátrica para el tratamiento de la obesidad en humanos.

La obesidad constituye un problema de salud mundial. La cifra de personas, tanto niños como adultos, con exceso de peso se elevó en 2015 hasta los 2.200 millones. O lo que es lo mismo, hasta un 30% de la población global tenía un IMC elevado. Además, 108 millones de niños y hasta 600 millones de adultos presentaban un IMC superior a 30 kg/m2 . Y según el último informe hecho público con motivo del Día Mundial de la Obesidad, el número de niños obesos ha aumentado en las últimas cuatro décadas desde cinco millones de niñas y seis millones de niños obesos en 1975, a alrededor de cincuenta millones de niñas y setenta y cuatro millones de niños en 2016. Cifras que suponen un incremento durante este período de 11 a 124 millones, indicó el informe. España tenía en 1975 un 2.3% de niñas o adolescentes obesas y un 3.6% de niños. Sin embargo, en 2016 estas cifras aumentaron de manera considerable, unas cuatro veces más, calculándose que había un 8.2% de niñas o adolescentes obesas y un 12.9% de niños.


Y es que, la grasa corporal es esencial para mantener el equilibrio energético y ayudar a regular la temperatura del cuerpo, pero no toda la grasa es igual, sino que nuestro metabolismo cuenta con dos tipos de tejido graso: un tejido adiposo blanco que almacena calorías extra, y el marrón o pardo, una grasa 'buena' que quema energía para mantener la temperatura adecuada.

La grasa parda puede activarse por el frío y "genera calor en lugar de almacenar grasa", explica uno de los científicos. Pero lo más interesante es que la grasa blanca normal "puede llegar a transformarse en parda y aumentar así la temperatura corporal", un hallazgo que ha convertido a la grasa parda en una posible diana terapéutica para tratar de eliminar el sobrepeso.

En el estudio, los investigadores han visto que esta incapacidad de transformar la grasa blanca en parda está causada por la proteína llamada MKK6, que está aumentada en la grasa de las personas obesas. Con modelos animales han podido demostrar que dicha proteína provoca que la grasa blanca no se pueda transformar en parda. Así, los ratones que carecen de esta proteína tienen una mayor cantidad de grasa parda y, en consecuencia, se encuentran protegidos ante la obesidad al eliminar la energía sobrante en forma de calor. Las investigadoras han demostrado incluso que la eliminación de esta proteína, una vez los ratones son obesos, serviría para frenar la obesidad y reducir peso. Todos estos datos confirman que la MKK6 podría convertirse en una diana terapéutica en la lucha contra la obesidad.

Fuentes: 20minutosABC

Comentarios