MOLÉCULAS PARA EL DIAGNOSTICO DE CÁNCER DE MAMA

El Hospital Juan Ramón Jiménez ha incorporado una nueva técnica de biología molecular capaz de aportar un diagnóstico definitivo del estado de los ganglios axilares de las pacientes en tiempo real mientras están siendo intervenidas de un tumor de mama. El conocimiento preciso del estado de los ganglios axilares resulta fundamental, ya que es uno de los factores principales para determinar el diagnóstico, tratamiento y pronóstico del cáncer de mama.
La seguridad de esta nueva prueba supone un indudable beneficio para las pacientes, que salen del quirófano con la tranquilidad de tener un resultado intraoperatorio definitivo, con una fiabilidad del 100%. De este modo, no tienen que esperar a la confirmación del diagnóstico inicial y se elimina por completo la posibilidad de tener que someterse a una reintervención a los pocos días en caso de no coincidencia, aunque resultara poco probable.

Además, esta técnica analiza el ganglio al completo aportando información muy precisa de la denominada carga tumoral, es decir, no sólo determina la existencia o no de células tumorales sino que también las cuantifica. Este complejo análisis resulta de especial interés para Oncología, permitiendo planificar con mucha más seguridad el tratamiento de la paciente y mejorando aún más el pronóstico.

La técnica quirúrgica del ganglio centinela viene aplicándose desde hace años de forma normalizada en los centros hospitalarios y, en su momento, supuso un importante avance en la cirugía conservadora. En esencia, se basa en la localización, extirpación y estudio del primer ganglio axilar al que se extendería el tumor de mama en su progresión al resto del organismo a través del sistema linfático. Si el estudio de este ganglio centinela no revela la presencia de células tumorales y resulta negativo se evita el vaciamiento axilar y, con ello, las secuelas que lleva aparejadas, como es el caso del linfedema, entre otros efectos secundarios.


Hasta ahora el análisis de la biopsia selectiva de ganglio centinela se venía realizando en dos fases. Primero se hacía un análisis rápido mientras la paciente estaba siendo intervenida y, posteriormente, se realizaba un segundo estudio de mayor sensibilidad en los días siguientes que servía para confirmar o rectificar el diagnóstico inicial. De este modo, de las 136 pacientes intervenidas con biopsia de ganglio centinela en 2016, el diagnóstico definitivo fue coincidente con el inicial en el 96% de los casos, resultando el 4% restante (6 pacientes) falsos negativos. Estas mujeres precisaron una reintervención a los pocos días para practicarle el vaciamiento axilar.

Con la nueva técnica de biología molecular incorporada en el Hospital Juan Ramón Jiménez, se realiza en un solo tiempo el análisis completo del ganglio centinela, con una fiabilidad del 100% en el resultado. De este modo, en pocos minutos más, la prueba aporta durante la intervención toda la información necesaria para que el cirujano decida cómo debe continuarla, eliminando por tanto la necesidad del análisis confirmatorio posterior.

Si bien el análisis molecular va a beneficiar a todas las pacientes, destaca los avances experimentados especialmente en las mujeres que precisan un tratamiento de quimioterapia en los meses previos a la intervención quirúrgica con la finalidad de disminuir el volumen del tumor. En estos casos, que suponen en torno al 20% de los cánceres de mama, la interpretación del estudio del ganglio es más compleja, aportando la nueva prueba la seguridad y fiabilidad necesarias para poder hacer una cirugía más conservadora evitando el vaciamiento axilar a un mayor número de pacientes.

La incorporación de la biología molecular viene a sumar, por tanto, un plus en seguridad y precisión a la técnica del ganglio centinela que se viene aplicando en el Hospital Juan Ramón Jiménez desde el año 2001 gracias a la estrecha colaboración entre los servicios de Cirugía, Anatomía Patológica, Radiodiagnóstico y Medicina Nuclear, siendo este último de referencia provincial y estando extendida a todos los hospitales públicos de Huelva. En estos años, cerca de un millar de pacientes se han beneficiado de esta práctica, evitándose el vaciamiento innecesario de los ganglios de la axila y permitiéndoles una mejora en su calidad de vida.

Fuente: Huelvaya

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